Cada vez que preparo polenta en casa, me acuerdo cuando mi abuela nos hacía polenta con tuco (salsa de tomate casera) en invierno o cuando mamá nos preparaba polenta con queso una noche de Domingo que no tenía muchas ganas de cocinar. Este plato tiene gusto a casa y me trae muchos recuerdos lindos. Con la época lluviosa en Costa Rica aprovecho para prepararla cada vez que puedo y ponerle diferentes toppings para variar un poco su gusto. En este caso le agregué cebollas caramelizadas al vino tinto y hongos crimini con romero. La combinación es es perfecta para servir en una cena con amigos, ya que es fácil de preparar y parece mucho más fina de lo que realmente es. Solo decir que estas haciendo cebollas carmaelizadas al vino tinto, sorprende a cualquier amigo. Mi versión es vegana, pero podés agregarle queso Parmesano si queres que sea aún más decadente.
Para los que no saben que es polenta, es básicamente harina de maíz hervido. Es originario de Italia pero también muy común en Argentina por su gran influencia italiana. Además es un alimento muy nutritivo y que se prepara de manera muy sencilla, a través de una mezcla junto a algún tipo de líquido, sal y condimento a gusto. Los líquidos que podemos utilizar para su elaboración son variados; podemos optar por agua, caldo, leche entera o descremada, etc. Mi abuela la preparaba con leche y al final le agregaba manteca, pero yo la “como come camise” haciéndola con agua y agregándole aceite de oliva de naranja al final. Al utilizar un aceite de oliva con sabor le doy ese gusto decadente sin tantas calorías. ¡Probala y contame que te pareció!
…